Otitis externa en perros

Autor: Gustavo Machicote (Acreditado AVEPA dermatología y certificado ESAVS.)

Definición

La otitis externa es la inflamación del conducto auditivo externo que suele implicar en mayor o menor medida al pabellón auricular.
Es mucho más frecuente en perros y es una patología que se incluye dentro de la especialidad de dermatología debido a que la estructura de este conducto es mayormente cutánea, con unas características muy particulares que son muy importantes como causa de las alteraciones que se provocan en ella.
La otitis se puede considerar una dermatosis regional y particular que puede ser un desafío para el veterinario debido a las características del conducto auditivo.
Debemos tener en cuenta que estas características se pueden resumir en:

  • Canal de entrada de forma aproximada a una L.
  • El sentido de entrada es hacia adentro y abajo favoreciendo el acúmulo y dificultando la limpieza natural.
  • Abundantes folículos pilosos y glándulas anexas ceruminosas.
  • Variabilidad racial en lo que hace a estrechez del conducto, profundidad y forma del pabellón.
  • Características de un oído externo sano.
  • Como hemos dicho, este canal debe tener una conformación donde el microbioma local pueda mantener sus características normales gracias a un ecosistema sostenible. Este ecosistema necesita una temperatura adecuada, una amplitud de canal que permita la correcta aireación y un perfecto funcionamiento del sistema de migración epitelial.

Esta migración consiste en la renovación de la capa epidérmica con sus queratinocitos liberados en la descamación junto a los productos ceruminosos que deben “migrar” desde dentro hacia afuera gracias a este movimiento sincronizado y las sacudidas que el animal realiza.

El inicio de los problemas
Cualquier alteración de la temperatura local (inflamación), alteración de la calidad del cerumen, alteración de la amplitud del canal o en definitiva del microbioma de la región, puede iniciar una inflamación del conducto que puede ir acompañada o no por una infección concomitante.

Ciertos factores son necesarios para que estos problemas comiencen y se suelen denominar causas primarias de otitis, sin las cuales, la misma no se producirá.

Causas primarias de la otitis

  • Dermatitis atópica
  • Reacción adversa a alimentos
  • Ácaros auriculares (otodectes, notoedres, demodex, sarcoptes.)
  • Piodermas regionales (Dermatitis piotraumática local primaria)
  • Desórdenes de epitelización y metabolismo (seborrea – hipotiroidismo (perros), Síndrome de la cara
    sucia felina)
  • Cuerpos extraños (mayor incidencia en primavera)
  • Alteraciones glandulares (hiperplasia sebácea o ceruminosa)
  • Algunas bacterias patógenas como Pseudomona sp. o E. coli, que actúan en animales inmunodeprimidos o por proceder de aguas contaminadas.
  • Dermatitis irritativa de contacto (propilenglicol, neomicina)
  • Celulitis juvenil canina
  • Enfermedades autoinmunes
  • Además de estas causas primarias, que son esenciales, pueden existir ciertos factores predisponentes a sufrir esta inflamación.

Factores predisponentes

  • Razas con orejas péndulas (cocker – sabueso)
  • Estrechez de conducto (shar-pei – chow-chow)
  • Exceso de humedad por clima o perros que nadan
  • Hipertricosis auricular (caniche-bichón)
  • Tendencia seborreica (pastor alemán y belga)
  • Pólipos (nasofaríngeos felinos)
  • Neoplasia de glándulas ceruminosas (perro)
  • Quistes apocrinos en perros y cistoadenomatosis apocrina en gatos.
  • Extensión de canal horizontal (p. alemán)
  • Cuidados inapropiados. Debemos confiar en el buen funcionamiento de la migración epitelial. En perros con posibles causas primarias y sin síntomas óticos es mejor no remover ni pelos ni cerumen, ni lavar los oídos en exceso. Pueden producirse microtraumas que predisponen a agentes secundarios. Evitar los bastoncillos que llevan detritus hacia el fondo.

Cuando estas causas primarias existen y, a veces agravadas por la predisposición, se alteran ciertas condiciones de homeostasis que ayudan a que se instale una infección.

Condiciones alteradas

  • Migración epitelial defectuosa
  • Inflamación y estrechamiento del canal
  • Desorden del microbioma natural
  • Alteración de los componentes bacteriostáticos y fungistáticos del cerumen
  • Exceso de la producción de este cerumen

Esta infección se produce por las denominadas Causas secundarias, como:

  • Bacterias
  • Levaduras
  • Reacción tópica a medicamentos

Cuando estas otitis recidivan en el tiempo o no son resueltas en su totalidad, se pueden alterar ciertos factores estructurales que constituyen los que se denominan factores perpetuantes.

Factores perpetuantes

  • Otitis media (Difícil de tratar)
  • Cambios estructurales progresivos en el oído externo (calcificación, estrechamiento, rigidez)
  • Formación de biofilm (organización de microorganismos que les confiere resistencia a los tratamientos)

Claves para solucionar estos problemas

Es fundamental encontrar la causa primaria y tratarla o controlarla.

Evitar los cambios perpetuantes o tratarlos.

Evitar las recaídas con el uso de limpiadores y antisépticos eficaces.

El caso más frecuente que se nos suele presentar es el del perro con dermatitis atópica con el microbioma auricular alterado, con un cerumen abundante e ineficaz en sus funciones y con una migración epitelial que se desordena desde el momento en que la luz del canal se estrecha y se calienta.

Ante esto, es muy importante mantener siempre el oído despejado y limpio y ayudar a reestablecer la migración correcta y los componentes microbiostáticos óptimos para la homeostasis.

Esto se logra evitando los brotes de recaídas de la hipersensibilidad, ayudando a la correcta función protectora del cerumen con por ejemplo, tris-EDTA o Clorhexidina.

Los tratamientos y la estabilidad del oído se monitorizan con citología. Este método de laboratorio es la mejor forma de conocer el grado de inflamación y la presencia de agentes  secundarios.

Muchas veces es necesaria la limpieza del oído en profundidad para eliminar el efecto tóxico del detritus inflamatorio. Esto puede requerir una anestesia profunda y una limpieza e inspección detallada que nos permitirá ver la integridad del tímpano, el estado del oído medio y dejar el conducto lo más limpio posible, utilizando componentes que no afecten al paciente aunque la membrana timpánica este rota. En casos de presencia de agentes secundarios tratarlos con antibióticos y antimicóticos, añadiendo un corticoide suave como la prednisolona.

 

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