Las pulgas son unos parásitos externos comúnmente presentes en nuestras mascotas que pueden resultar muy molestos, tanto para ellos como para los propietarios.
Las pulgas adultas se encuentran sobre la mascota, alimentándose de su sangre. En 24 a 48h de la parasitación, ya empiezan a reproducirse, poniendo hasta 50 huevos al día, que caen del animal a las superficies de los lugares en los que se encuentra. Estos huevos de pulga eclosionarán en 1-6 días, dando lugar a larvas de pulga, que se alimentan de la sangre pre-digerida en las heces de las pulgas adultas.
Estas larvas de pulga se esconden entre las fibras textiles y lugares protegidos de la luz.
Una semana después, la larva de pulga se convierte en pupa, pudiendo permanecer en este estadio durante meses. Hay diversos factores, como el CO2, el calor, la humedad, o la presencia de posibles hospedadores, que pueden hacer que la pulga adulta joven, en fase de pupa, eclosione para parasitar de nuevo a un animal.
Las pulgas no solo son molestas por sus picaduras al animal o a las personas con las que conviven, sino que también pueden causarnos diversas enfermedades. Las más frecuentes son la Dermatitis Alérgica por Picada de Pulga (DAPP) y la transmisión de parásitos internos como Dipylidium caninum, Hymenolepis diminuta, o rickettsias, que pueden afectar tanto a animales como a humanos (zoonosis).
Solo el 5% de estas pulgas adultas se encuentra sobre el animal, siendo imprescindible tratar el ambiente para evitar que nuestra mascota, previamente desparasitada mediante pipetas o pastillas antipulgas, sea re-infectada con las pulgas que se encuentran en nuestro hogar.
Las principales recomendaciones para tratar el ambiente son las siguientes:
- Exposición de todos los lugares que frecuente nuestra mascota.
- Aspirar las superficies. Esta práctica disminuirá la carga parasitaria.
- Lavar las superficies textiles de nuestras mascotas. Siempre que se puedan meter en la lavadora, como camas, mantas, ropa, etc., a una temperatura mínima de 60ºC
- Aplicar productos para su control en los lugares que frecuenta nuestro perro o nuestro gato: alfombras, sofás, cojines, camas, armarios, etc.
Hay varios productos en el mercado destinados a tratar el ambiente en el que se encuentra el animal. Sin embargo, prácticamente todos ellos basan su composición en pesticidas o son similares a las pipetas para pulgas que usamos sobre nuestros animales de compañía, obligando por un lado al desalojo de la casa durante el momento y las horas posteriores a su aplicación, y comportando por otro lado el riesgo de que la pulga se haga resistente al principio activo y este deje de funcionar.
Flee es un producto natural y ecológico, sin pesticidas, para el control ambiental de las pulgas, de manera segura para la mascota y toda la familia.
Su componente principal es la dimeticona, una combinación de silicona que actúa de manera mecánica en todas las fases de la pulga, paralizándola y evitando que se desarrolle y continúe su ciclo de vida. Al actuar por contacto, de manera mecánica, no produce resistencias al tratamiento, a la vez que es completamente seguro para animales y personas.
Flee controla, durante varias semanas, la infestación de pulgas en el entorno del animal (casa, cama, mantas, coche…). Solo es preciso aplicar el producto en las zonas del hogar en las que pueda haber pulgas en cualquiera de sus fases, por estar en contacto con el perro o el gato de la casa.
Para su correcto uso, agite Flee antes de cada pulverización y aplíquelo sobre la superficie a tratar durante 15 segundos por metro cuadrado, a unos 40cm de distancia y deje secar durante 30 minutos. Lávese las manos después del uso.
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