Autores: Lucas Rigueira, Marta Miranda
Departamento de Anatomía, Produción Animal e Ciencias Clínicas Veterinarias. Servizo de Animais de Renda. Hospital Veterinario Universitario Rof Codina. Facultade de Veterinaria, Campus Terra, Universidade de Santiago de Compostela. 27002 Lugo.
En este artículo, escrito por los profesores de la Facultad de Veterinaria de Lugo, Marta Miranda y Lucas Rigueira, nos hacen un repaso de las claves para tratar la cetosis en la vaca, con una revisión científica de los últimos artículos relacionados con las terapéuticas. A continuación extraemos algunas conclusiones sobre las recomendaciones para realizar el tratamiento de la cetosis en la vaca lechera:
- En la transición, la función hepática se ve desbordada durante el inevitable balance energético negativo del periparto. Hay alteraciones hepáticas no sólo derivadas de la falta de energía, si no también alteraciones metabólicas, degenerativas e inflamatorias. El tratamiento no debe de centrarse solamente en recuperar la glucemia, hay que aportar otros metabolitos para reestablecer el equilibrio metabólico.
- El metabolismo proteico se ve alterado por lo que la administración de aminoácidos puede ser una buena estrategia. La deficiencia de metionina se relaciona con la aparición del hígado graso, pero la administración de diferentes aminoácidos ayudará a la vaca en la situación de baja ingesta.
- Sustancias como la L-carnitina ayudan a obtener energía de la grasa acumulada en el hígado.
- Los estudios actuales ponen en duda la efectividad de los tratamientos tradicionales de la cetosis basados en glucosa intravenosa a concentraciones elevadas (40-50%). Estos tratamientos provocan un marcado incremento de la glucemia, superando el límite renal para la glucosa provocando glucosuria y pérdida de electrolitos debido al efecto osmótico.
- El uso de glucosa en dosis altes debe limitarse a cetosis clínicas con hipercetonemia severa y siempre acompañado de precursores de glucosa por vía oral.
- El uso de glucocorticoides está en debate y su aplicación de manera continuada puede agravar la inmunosupresión, pero administrados puntualmente incrementan la glucosa en sangre y ayudan a corregir durante unas horas el balance energético negativo al permitir a la vaca disminuir la producción de leche de manera transitoria.
- El uso de protectores hepáticos, como los fibratos, son una buena herramienta para el control de la cetogénesis y el engrasamiento hepático, sobre todo en vacas con cetosis tipo II y, por tanto, con mayor riesgo de sufrir hígado graso. Estos fibratos, donde el más utilizado es el 2-fenoxi-2 metilpropiónico, están recomendados al favorecer la lipólisis por un aumento de la síntesis de la lipoproteína lipasa, estimulando la β-oxidación de los ácidos grasos a nivel hepático y disminuyendo la concentración de lípidos en el hígado.
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