Autor: José Ignacio Gutiérrez Contreras (DVM, GPcert Dermatology, miembro ESVD, BVDSG, SLDM, GEDA, Especialista Dermatología Canina y Felina)
Historia clínica:
Paciente de raza West Highland White Terrier hembra no castrada de 5 años de edad, con problemas dermatológicos desde hace aproximadamente 3 años. Positivo a la realización de la prueba IDR (Intradermo- reacción) a Dermatophagoides farinae, Dermatophagoides teronyssinus y Acarus siro. Realizándose posteriormente terapia de hipersensibilización en formato polimerizado clúster con duración de un año y aplicación de una dosis mensual, con repetición de un segundo ciclo de mantenimiento de hipersensibilización con la misma pauta polimerizado clúster con una dosis mensual.
El paciente, a pesar de esta terapia de hiposensibilización en combinación en ciclos con otras medicaciones, padece recidivas con una regularidad de 2 o 3 episodios al año.
Estas recaídas anuales coinciden con las épocas de más alta presencia de ácaros que corresponden a los periodos de los meses de verano y al inicio del otoño, cuando la HR y la temperatura son las adecuadas para el mayor desarrollo de los ácaros, aunque, dada la poca estacionalidad del tiempo meteorológico actual, estos brotes se repiten también en épocas diferentes a la anteriormente citada.
Dichas recidivas consisten en una pioderma recurrente localizada sobre todo en zona axilar, abdomen ventral y algunas localizaciones dorsales. Dicha pioderma recurrente responde normalmente bien a champuterapia, aumento de la dosificación de la medicación de base y en algunas ocasiones aplicación de tandas de antibioterapia, solo en los casos más complicados de recaídas.
Se decide en consenso con la propietaria la aplicación de Triderm, con una aplicación de una vez al día (SID), en las zonas lesionadas donde se presentan estos brotes de pioderma, que cursan con aparición de costras y erosiones en las regiones anatómicas antes descritas.
Citamos al paciente a revisiones semanales para observar la evolución de dicha pioderma. Como terapia de base utilizamos la habitual en el paciente para controlar el nivel de prurito y la champuterapia de mantenimiento utilizada en otros episodios.
Para ver las imágenes de la evolución lesional, descargue el PDF.
Al finalizar el tratamiento con Triderm observamos una mejoría muy notable del brote en el paciente. Aunque al principio por metodología del caso, necesitábamos el uso del control del prurito y champuterapia además del Triderm, estos dos factores fueron disminuyéndose a lo largo del tratamiento hasta, en la última fase, utilizar exclusivamente Triderm como control de las lesiones ocasionadas por la pioderma recurrente secundaria a la DAC que padece el paciente.
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