
Prof. Francesco Dondi (Università de Bologna)
La incontinencia urinaria se define como la perdida del control voluntario de la micción, las causas desencadenantes son diversas y debe investigarse a fondo para tratar y resolverlo a tiempo.
La incontinencia urinaria a menudo se percibe por el propietario como un problema limitante para el progreso de una buena relación con la mascota, y es por eso que es una de las razones más frecuentes de consulta veterinaria.
En la mayoría de los casos, la incontinencia urinaria la padecen perras esterilizadas con incompetencia del cierre de esfínter uretral, sin embargo, se requiere un proceso diagnóstico completo para identificar correctamente el problema real, tratarlo lo antes posible y se resuelva ese molesto síntoma.
Entre los diagnósticos diferenciales es necesario incluir las malformaciones congénitas que predisponen al animal con cistitis recurrente y que, si no se reconoce, conducen inevitablemente al abuso de antibióticos en un vano intento de solucionar el problema. La incontinencia urinaria, a diferencia de los humanos, tanto en el perro como en el gato no existen esfínteres uretrales reales, pero por generalizar se utiliza la misma terminología para estas estructuras anatómicas.