La implementación del liderazgo femenino en un entorno VUCA
La antropóloga Margared Mead, descubrió la evidencia sobre la construcción de los roles al constatar los resultados de sus estudios de investigación sobre varios grupos diferentes de África. Descubrió que, según la educación, así eran los roles de las personas.
En estas poblaciones, los roles por sexo eran totalmente distintos a los que ella había visto en occidente. Fue la pionera en descubrir que los roles de género no tenían que ver con la genética, sino con las creencias y las actitudes de la sociedad.
Es decir, las diferencias biológicas de los sexos no son los que atribuyen los diferentes modos de comportarse en sociedad las mujeres y los hombres, sino que esto último tiene que ver con la educación, la crianza y la influencia cultural.
El entorno actual se caracteriza por ser volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA) está propiciando el cambio de paradigma sociolaboral imperante hasta ahora, sumado a la irrupción en los centros veterinarios de las nuevas generaciones de los millennials y los centennials.
¿Por qué a pesar de tener clara la injusticia legal y racional de la desigualdad de géneros se continúa otorgando más facilidad al género masculino a ocupar cargos y posiciones superiores?
Se debe a la dificultad que entraña cambiar los viejos hábitos, es difícil resistirse a la influencia que desde que nacemos ejerce la educación en las personas.
Nacer en sociedades que no ponen el mismo foco en implementar e impulsar la misma seguridad y desarrollo de la confianza en las mujeres como en los hombres, es nacer sentenciada a no disponer de una de las cualidades esenciales para el desarrollo del liderazgo.
Buena parte de esta influencia también recae en el papel que, junto a la educación, tiene la publicidad que nos empuja desde la infancia a adoptar determinados roles según el sexo con el que nacemos.
¿Cómo está siendo la implementación y la consolidación del liderazgo femenino?
El liderazgo femenino está irrumpiendo con fuerza en las últimas décadas debido a un cambio de paradigma, a la modernización de las civilizaciones y a una idea generalizada de respeto a la igualdad dentro de la diversidad.
Por otra parte, está ayudando mucho la nueva dirección que está tomando el liderazgo, más enfocado a cualidades o habilidades que hasta ahora eran más afines al rol femenino, como son: la paciencia, la persistencia, la práctica de la vulnerabilidad positiva, expresan más la confianza, la comunicación eficaz, entre otras.
¿Qué aporta la creación e implementación del liderazgo femenino en el sector veterinario en particular y en la sociedad en general?
Por un lado, incidirá directamente en la cultura de empresa en los centros veterinarios. Según la definición de Human Synergistics, la cultura de empresa se refiere a “Expectativas y patrones de comportamiento compartidos que rigen el modo en que los miembros de la organización trabajan y se relacionan entre ellos. Dichas normas y expectativas modelan el modo en que los miembros de la organización creen que deben comportarse a fin de integrarse adecuadamente, hacer las cosas correctamente y en ciertas ocasiones, simplemente sobrevivir”.
Mientras que el liderazgo femenino no adquiera relevancia en la cultura de empresa, las mujeres toparán constantemente con los techos y las paredes de cristal.
En segundo lugar, por el compromiso de romper definitivamente con los estereotipos y allanar el camino de la igualdad de oportunidades a las nuevas generaciones que irrumpen con fuerza en el sector. Para ello se necesita poner el foco en una planificación estratégica para adquirir seguridad y oportunidades en las que se facilite, motive y desarrolle la decisión de las mujeres a ostentar puestos de relevancia en la medicina animal, sin menoscabo de su conciliación familiar (sin tener que estar relegada a una categoría inferior debido a su capacidad biológica de gestación o a sus deseos de conciliación familiar).
Por otra parte todos los centros tendrán que adecuarse al nueva Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
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